*Foto: Agencia EFE. Publicada en El Espectador.
Continúa generando polémica la controvertida senadora colombiana Piedad Córdoba, a quien le gusta calentar el ambiente periodístico con sus incendiarias declaraciones. Circulan ya en Internet sus comentarios más recientes, los cuales dio durante el primer Encuentro Internacional de Partidos de Izquierda, organizado este fin de semana en Venezuela.
Según Piedad Córdoba, "la izquierda mundial debe apoyar al presidente Hugo Chávez", a quien, dijo, "Estados Unidos pretende aislar para que no siga con el avance de su revolución". La senadora igualmente criticó la instalación de siete bases militares norteamericanas en territorio colombiano y solicitó "apoyar y rodear al presidente venezolano".
Odiada por muchos y amada por otro número importante de colombianos, a Córdoba se le ha tildado de apátrida, de comunista, de ser amiga de la guerrilla, de querer figurar y hacer 'shows mediáticos' con la liberación de los secuestrados en poder de las Farc, y de querer ganar popularidad debido a su cercanía con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Pues bien, que ella sea de izquierda, que declare abiertamente su modo de pensar o que manifieste su ideología política no constituye ningún problema. Lo que sí es preocupante es que con sus intervenciones demuestre cada vez más su desmesurado anti-colombianismo que, en un país tan polarizado como éste, puede llegar a generar una crisis de mayor magnitud a la que ya se está viviendo con Venezuela. Sólo basta recordar su 'fuera de lugar' con las declaraciones brindadas desde México hace ya algunos meses, con las que solicitaba a los demás países del mundo "aislar a Colombia y romper relaciones con el Gobierno de Uribe Vélez".
Resulta también inconsecuente que, profesando una abierta ideología izquierdista, la senadora continúe en el Partido Liberal. ¿No sería más sensato que formara parte del Polo Democrático Alternativo?
Y una más: aún no hemos escuchado su pronunciamiento en contra de las acciones terroristas perpetradas por las Farc en Nariño y Cauca (quema de un bus con seis civiles abordo, los cuales fallecieron, y los recientes hostigamientos a municipios de este último departamento). Tampoco le hemos escuchado su rechazo a la voladura, por parte de militares venezolanos, de un puente artesanal que permitía el paso de campesinos entre la población nortesantandereana de Ragonvalia y el vecino país.
El silencio de la senadora frente a estos temas, atiza la polémica. Como reza el adagio popular: "el que calla, otorga". Para otros, Córdoba no está haciendo política para Colombia, sino para los intereses de Venezuela.
Yo me pregunto: "senadora Córdoba, si tanto le agrada el Socialismo del Siglo XXI, la revolución, las fanfarronadas y locuras de Chávez, por qué no pide la nacionalidad venezolana, le pide un ministerio u otro cargo -como el de primera dama- y se queda a vivir allá?".
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