sábado, 17 de octubre de 2009

‘El hombre que era así’: fiel reflejo de la idiosincrasia colombiana


¿Por qué los colombianos actuamos según nuestra conveniencia? ¿Qué aspectos influyen a la hora de escoger nuestros ‘amigos’? ¿Qué buscamos en los demás? El escritor David Sánchez Juliao tiene las repuestas.

En su nueva novela titulada ‘El hombre que era así’, el escritor costeño David Sánchez Juliao narra con lujo de detalles la intrincada manera como se establecen -en la mayoría de casos- las relaciones interpersonales en nuestro país. Apoyado en el bello paisaje del Caribe colombiano y utilizando como mágico recurso su elocuente y fina escritura, Sánchez Juliao pretende, a través de su nueva obra, dejar un mensaje edificante que contribuya a ‘exorcizar’ de nuestro ser aquellas malas costumbres que, arraigadas generación tras generación, han dejado en nuestro país una estela de atraso, pobreza, subdesarrollo, intolerancia, violencia y corrupción. En entrevista para el Blog 'Colombia y sus desgracias', el escritor, ex diplomático, docente y conferencista, dio a conocer su punto de vista respecto a estos temas.

ENTREVISTA

'Colombia y sus desgracias': Su más reciente novela deja entrever al lector que más que amistad y 'buenos amigos', en Colombia lo que existen son 'roscas' y 'padrinazgos' que se utilizan tanto, para acceder a la vida laboral, como para asegurar una 'buena vida' y posición social. ¿Qué pasó con la verdadera amistad, la ayuda desinteresada y la honestidad?

David Sánchez Juliao: En el sistema vigente de cosas resulta casi imposible desarrollar una relación amistosa que sea franca y desinteresada. Máxime, en este tipo de países subdesarrollados, en los cuales muy pocas personas tienen acceso, con un solo trabajo, a cuanto él o ella y su familia necesitan para vivir dignamente. De modo que “relacionarse bien”, como comúnmente se dice, se convierte en una especie de seguro de desempleo. Por tanto, el oportunismo campea en las relaciones interpersonales. Ese oportunismo se ejerce, casi sin vergüenza, frente a los elementos humanos de los dos núcleos de posibles empleadores: el Estado y la empresa privada, pero con infinita abyección frente al primero de ellos, que es el que no exige especialización ni experticia sino simplemente influencias de orden político o personal, y a veces… sexual.

C.S.D: ¿Se puede hacer política en este país sin 'cacicazgos' ni juegos truculentos que 'amarren' votos o den 'puestos' a cambio?

D.S.J: Es una tarea titánica, la que algunas veces arroja resultados parciales y cuyo éxito relativo responde a ciertas coyunturas, pero que no se convierte en constante en los entornos en donde funciona. El voto de opinión en este país es algo más bien circunstancial. Sin embargo, existe en muchos lugares y entre sectores conscientes o ilustrados, muy comprometidos con la construcción de una patria justa y honorable. La suma de votos en esas instancias, mediante el uso de la circunscripción nacional electoral, se presenta como una luz al final del túnel. De resto, el caciquismo impera.

C.S.D: ¿Qué puede aportar el sector privado para frenar la desmedida corrupción que afronta nuestro país?

D.S.J: El mejor aporte del sector privado sería la pérdida del miedo. El privado, es uno de los sectores más conservadores en este país ultra conservador -hablo en términos no partidarios-, y debería apoyar en el juego electoral a sectores políticos democráticos, que son los que generan opinión y arrastran por lo tanto votos de opinión, libres y soberanos, no amarrados al ejercicio de la politiquería tradicional. En suma, lo privado debe democratizarse.

C.S.D: Con esta novela, ¿qué mensaje pretende dar usted a los lectores?

D.S.J: Mostrarles lo desastroso que resulta vivir en un mundo en donde la democracia es una opereta, y en donde la inteligencia y el talento y el deseo de servir es lo menos importante en el juego político. Mostrar la vergüenza que representa el cacicazgo de provincia.

C.S.D: Definitivamente la falta de educación en nuestro país es la culpable de tanto atraso, violencia, corrupción, pobreza y subdesarrollo, ¿o existen otros factores que incrementan estas problemáticas?

D.S.J: Sí, la falta de educación. Pero pareciera que hay sectores a los que les interesa mantenernos en un estado de analfabetismo político, porque la salida de este pantanal del atraso es una salida política. Lo demás, es espejismo.

C.S.D: En su novela pone de manifiesto lo que muchos saben y hasta aceptan, sin tratar de que se logre un cambio: que el país sólo pertenece a reducidos grupos familiares tradicionales o a 'mafias' que se han infiltrado en el poder. ¿Hasta cuándo durará este 'karma'?

D.S.J: Hasta cuando se legisle al respecto. Un gran porcentaje del Parlamento, o está inhabilitado o se encuentra en prisión o incurso en procesos judiciales, y ya, para las próximas elecciones, tienen listados a sus testaferros políticos: hijos, padres, nietos, hermanos, parientes, amigos. Esos van a ser elegidos. Por tanto, serán los mismos con distintos nombres: el clan en plena función. Me pregunto: ¿Cómo legislar al respecto, si ellos son los mismos que hacen las leyes? Pero insisto: hay una salida política: la suma de votos de opinión a través del uso de la circunscripción nacional.

C.S.D: Recientemente usted efectuó varios conversatorios en diversas ciudades del país, bajo el título '¿Por qué somos así, por qué somos tan dejaos?'...ahora, respóndanos por favor esta misma pregunta.

D.S.J: La pregunta se responde de manera fácil y concreta: el subdesarrollo no significa carencia de recursos sino una actitud frente a la vida. El día en que esa actitud cambie, entre otras cosas a través del ejercicio de una adecuada educación, dejaremos de ser tan “dejaos”.

C.S.D: Para finalizar, ¿qué otros proyectos tiene en mente David Sánchez Juliao?

D.S.J: Muchos, muchos, seguir escribiendo y publicando, recorriendo el país en este interesante y enriquecedor ejercicio de conferencias, encuentros y conversatorios, y haciendo política de una manera especial, porque como sostiene un buen amigo, Germán Jaramillo: la mejor manera de hacer política es hablar, hablar, hablar, pero sin hablar de política. La gente entiende, porque la gente no es bruta; sobre todo, la que asiste a conferencias.

*Para saber más: ingrese a la página www.davidsanchezjuliao.com o envíe un mensaje al escritor, a través del correo electrónico conversatorios@yahoo.es

*Para adquirir su nueva novela, 'El hombre que era así', comuníquese a la línea gratuita nacional 018000-110888 o escriba un mail a info@seminariosandinos.com

*David Sánchez Juliao: escritor colombiano nacido el 24 de noviembre de 1945 en Lorica (Córdoba). Con formación en Literatura, Comunicaciones y Sociología, tiene doctorados de la Universidad Simón Bolívar y la Universidad de Córdoba; además cursó estudios en CIDOC, Cuernavaca (México). Ha publicado novelas, cuentos, fábulas, historias para niños y testimonios escritos y grabados de viva voz con prestigiosas editoriales de Colombia y otros países. Traducido a doce idiomas, Sánchez Juliao ha sido varias veces Premio Nacional de Cuento y logró un Premio Nacional de Novela ‘Plaza y Janés’. Las adaptaciones de sus obras para cine y televisión le han merecido 17 premios India Catalina en el Festival de Cine de Cartagena. Ha sido diplomático, docente y conferencista. Dentro de sus galardones más destacados figuran el Premio Internacional Dulcinea 2000, otorgado por la Asociación Cervantina de Barcelona y el Premio Nacional de Literatura 2003.

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